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Anestesia, bisturí y una pantalla de ocho megapíxeles

17 diciembre, 2019 | 1 comments |

La tecnología de imágenes médicas avanza a pasos agigantados y puede ayudar a reducir los costes sanitarios, pero se topa con las limitaciones presupuestarias de los hospitales públicos.

Desayuno Cinco Días LG

Desde la izquierda, de pie: José Manuel de Diego, director de ventas de LG Business Solutions; José Carmelo Albillos, jefe de radiodiagnóstico del Hospital 12 de Octubre; Ana Álvarez, responsable de equipamiento médico de LG; Jesús de la Torre, jefe de radiodiagnóstico del Gregorio Marañón, y Agustín Sánchez de la Blanca, director de compras de Sanitas. Sentados, José Luis García, director de compras de HM, e Ignacio Narváez, director de ingeniería de Vithas. Pablo Monge Cinco Días

La tecnología de imágenes médicas se ha desarrollado enormemente en los últimos años, lo que ha aumentado la precisión de los diagnósticos, reducido las intervenciones quirúrgicas y mejorado el acceso a los servicios, evitando incluso el desplazamiento a los hospitales.

La combinación de estos avances con la conectividad 5G hace que hoy sean posibles proezas como la operación de colon que cirujanos y anestesistas practicaron en febrero pasado a un paciente en el Hospital Clinic de Barcelona teleasistidos en tiempo real por el jefe del servicio, que se encontraba en ese momento en la Fira, donde se celebraba el Mobile World Congress.

Pero la velocidad de estos avances supone también un reto para los sistemas de salud: por un lado, la tecnología queda obsoleta cada vez más rápido, obligando a los centros hospitalarios a medir bien sus inversiones, y por otro, suponen un ahorro a largo plazo que a menudo no encaja con la visión cortoplacista de las Administraciones, un enfoque que en beneficio de los pacientes y de la propia Sanidad pública, convendría revisar.

Son las principales conclusiones de especialistas del sector reunidos durante un desayuno organizado por Cinco Días y LG para analizar la importancia de la tecnología de imágenes en el ámbito sanitario.

LG, fabricante de electrónica de consumo con sede en Seúl, más conocido por sus televisores y teléfonos móviles, decidió a finales de 2016 entrar en el mercado de los equipamientos médicos para, haciendo honor a sus siglas (Life’s Good), trasladar a los quirófanos “todos los beneficios de nuestras pantallas, introduciendo ventajas como la visualización de ocho megapíxeles”, destacó Ana Álvarez, directora de cuentas clave y responsable de la división de equipamiento médico del grupo surcoreano.

Desde entonces, la compañía ha ido aumentando su catálogo de productos para acercar la “calidad de las imágenes a lugares donde no se suele encontrar: las áreas de consultas y urgencias”, resalta.

Ana Álvarez (LG)
Ana Álvarez, responsable de equipamiento médico de LG: “La alta tecnología puede ayudar a que los diagnósticos sean más precisos y las patologías se detecten de manera precoz, lo que al final repercute en los costes sanitarios”.Pablo Monge Cinco Días

Álvarez informó que también están trabajando para digitalizar las imágenes de rayos equis, con el objetivo de aumentar la calidad y durabilidad de las placas y la rapidez con la que son transmitidas.

La preocupación del grupo ahora es reducir los costes de estas soluciones para facilitar su integración en la operativa de los hospitales españoles. “Con la alta tecnología podemos ayudar a que los diagnósticos sean más precisos y las enfermedades se detecten de manera precoz, lo que al final repercute en los costes sanitarios”, defiende.

Jesús de la Torre, jefe del servicio de radiodiagnóstico del Hospital Gregorio Marañón, reconoció que desde que empezó su carrera, el campo en el que más avances se han registrado es precisamente el de la imagen.

“Para nosotros la tecnología es un aliado y queremos tener el mejor equipamiento posible; el problema es que también somos funcionarios y dependemos del dinero público, que casi siempre es muy limitado. Pese a ello, se están haciendo grandes inversiones y se está abaratando el coste”, dijo.

De la Torre sostuvo que un defecto de los gestores del sistema público es que tienden a compartimentar los gastos en “cajones distintos”, lo que les impide ver el ahorro global que a largo plazo se obtiene al invertir en tecnología. “Puede que hoy gastes mucho en equipamiento o personal, pero eso te va a permitir hacer exploraciones más rápidas y que el paciente espero menos en consulta o esté menos tiempo de baja, pero como el dinero sale de cajones distintos, no lo ven. Ese es un obstáculo que con frecuencia nos impide conseguir mejores medios”, explicó.

Jesús de la Torre (Gregorio Marañón)
Jesús de la Torre, jefe de Radiodiagnóstico del Hospital Gregorio Marañón: “Los gestores de la sanidad pública tienen que entender que lo que se invierte en detección precoz no es un dinero que suma, sino que a la larga va a restar costes al sistema”.Pablo Monge Cinco Días

El jefe de radiodiagnóstico del Gregorio Marañón insistió en la necesidad de “romper con esos cajones” porque la demanda de asistencia sanitaria en España crece más rápido que la capacidad de los hospitales públicos para atenderla. Precisó que en su centro reciben a la semana el doble de peticiones de resonancia magnética de las idóneas para tener una lista de espera razonable y en lo que va de año ya han atendido 3.600 consultas más de oncología que el año pasado.

“El aumento de recursos que nos demanda la población es creciente y exige modernizar el sistema. La sanidad pública tiene que entender que lo que se invierte en prevención no es un dinero que suma, sino que a larga va a restar”, enfatizó.

José Carmelo Albillos, jefe del servicio de radiodiagnóstico del Hospital Universitario 12 de Octubre, corroboró lo expuesto por su colega del Gregorio Marañón en el sentido de que como jefes de unidad a menudo tienen que gestionar equipos que no solo no son de última generación, sino que, además, se ven obligados por las carencias presupuestarias a prolongar “más allá de lo deseable”.

“Como radiólogos, nos interesa detectar patologías lo antes posible y desarrollar terapias mínimamente invasivas. Para eso necesitamos una imagen de buena calidad tanto en su obtención como en su visualización y, cuando se trata de pruebas radiológicas, con la menor dosis posible [de radiación]”, añadió.

José Carmelo Albillos
José Carmelo Albillos, jefe de radiodiagnóstico del Hospital 12 de Octubre: “La compra de los equipos a través de un contrato de servicio facilitaría su actualización a un coste progresivo y evitaría que se tengan que tirar a los 10 años por obsoletos”.Pablo Monge Cinco Días

Hacer el sistema viable

José Luis García Oliva, director de compras de HM Hospitales, grupo familiar que el año entrante cumple 30 de trayectoria, coincidió en la importancia de que la sanidad sea viable porque no tiene sentido que su presupuesto sea el mismo cuando la demanda ha aumentado. Un desajuste que –advirtió– también afecta al sistema privado, ya que el déficit de pacientes no atendidos por la pública se traslada al sector privado, presionado a su vez por la guerra de precios de las aseguradoras.

“Todo el mundo nos pide la universalidad de atención que da la pública, pero con precios de 30 euros por seguro privado, eso no es sostenible bajo ningún concepto si quieres dar un servicio de calidad”, afirmó.

José Luis García (HM)
José Luis García, director de compras de HM Hospitales: “Digitalizar una sala de rayos cuesta 100.000 euros, el doble que una sala convencional, y a ese desembolso tienes que sumar la inversión en integración y ciberseguridad”.Pablo Monge Cinco Días

Agustín Sánchez de la Blanca, director de compras de Sanitas, puso sobre la mesa el impacto que la “velocidad de vértigo” a la que se renueva la tecnología tiene sobre la vida útil de los aparatos.

“Hasta ahora los equipos tenían una duración de siete años más o menos en los que podías amortizar la inversión. Pero ahora los fabricantes van mucho más rápido. Entonces, la industria tiene que buscar nuevas fórmulas de que esas innovaciones lleguen a los centros: costes por procesos, gastos compartidos… algo que nos evite a hospitales públicos y privados un desembolso grandísimo en máquinas que al día siguiente van a quedar obsoletas”, subrayó.

Agustín Sánchez de la Blanca
Agustín Sánchez de la Blanca, director de compras de Sanitas: “Los fabricantes deben ofrecer fórmulas de pago para que sus avances no supongan a los hospitales sumas cuantiosas en máquinas que caducan al día siguiente”.Pablo Monge Cinco Días

Como solución, García Oliva, de HM Hospitales, refirió que su organización ha optado por “tematizar” los hospitales más grandes, como los de Sanchinarro (oncología), Montepríncipe (cardiología) y Puerta del Sur (neurociencias) en Madrid. “Hay que invertir en tecnología, pero con sentido. No es sostenible tener todas las máquinas en todos los centros”, apuntó.

Recordó también que la innovación tiene un precio. “Digitalizar una sala de rayos cuesta 100.000 euros, el doble que una analógica, y esa tecnología tiene que integrarse con la operativa del centro para que sea eficiente y actualizarse periódicamente para que no quede expuesta a ataques informáticos. Entonces, no se trata de invertir a lo bestia, sino de racionalizar los planes en varios años”, puntualizó.

Al respecto, Albillos, del 12 de Octubre, opinó que una colaboración estrecha entre fabricantes y hospitales es “absolutamente imprescindible” para racionalizar esos desembolsos. Propuso, en ese sentido, un modelo de servicio y máquinas de diseño modular, de manera que sea el proveedor el que se encargue de la actualización del software y hardware, a fin de que “las mejoras se puedan ir incorporando con un coste progresivo y que el aparato no se tenga que tirar al cabo de 10 años porque ya está obsoleto”.

José Manuel de Diego
José Manuel de Diego, director de ventas de LG Business Solutions: “LG invierte 3.200 millones de dólares anuales en I+D porque sabe que si no está a la vanguardia en innovación corre el riesgo de acabar absorbido por cualquier competidor”.Pablo Monge Cinco Días

José Manuel de Diego, director de ventas de LG Business Solutions, coincidió en la necesidad de que la Administración reconozca que invertir en tecnología es rentable, para lo cual puso como ejemplo a su propio grupo. “LG invierte gran parte de sus ingresos, unos 3.200 millones de dólares anuales, en I+D porque sabe que si no está a la vanguardia en innovación, aunque sea una multinacional, corre el riesgo de ser absorbida”, señaló.

Ignacio Narváez, director de ingeniería de Vithas, grupo hospitalario participado por la familia Gallardo (dueña también del laboratorio Almirall) y La Caixa, resaltó que el sector privado cuenta con la ventaja de manejar las finanzas de un modo más transversal, pero tiene por delante, al igual que la sanidad pública, el reto de “humanizar los espacios” y poner al paciente en el centro de los procesos.

Haciendo un símil con la hostelería, donde los comensales no tienen que esperar por una mesa cuando ya han reservado ni subir o bajar de planta para pedir un plato del mismo menú, cuestionó por qué un paciente tiene que perder tiempo en salas de espera o moverse por diferentes plantas para recibir distintos servicios.

Ignacio Narváez (Vithas)
Ignacio Narváez, director de Ingeniería de Vithas Hospitales: “Nadie concibe que el cliente de un restaurante tenga que esperar por una mesa ya reservada. ¿Por qué los pacientes con cita tienen que perder tiempo en las salas de espera?”.Pablo Monge Cinco Días

Sugirió también aprovechar los móviles para prestar el servicio fuera del entorno hospitalario. “La tecnología ya permite monitorizar la recuperación de un paciente en su domicilio. Lo que tenemos que hacer es prepararnos para ello”, expresó. Y redondeó la idea apelando a otro símil, esta vez futbolístico: “La tecnología ya es Champions. Nuestros procesos asistenciales tienen que ser Champions también”.

LOS RAYOS X DE ÚLTIMA GENERACIÓN, ¿YA LO VEN TODO?

El siguiente nivel. Jesús de la Torre, jefe de radiodiagnóstico del Hospital Gregorio Marañón, aclaró que “siempre que piensas que ya no se puede ver más, al cabo de un año la tecnología te ofrece una mayor resolución”. En ese aspecto, convino que es muy difícil dar por agotado el margen de mejora. “El reto ahora es la prevención: saber de antemano qué paciente tiene más riesgo de sufrir una enfermedad”, sentenció.

Cambio de paradigma. José Carmelo Albillos, jefe de radiodiagnóstico del Hospital 12 de Octubre, comparte la idea de que el paradigma de la sanidad basada en el hospital se diluye para poner en el eje del sistema al paciente, entendido no solo como la persona que padece una enfermedad, sino también como la población sana a la que debe realizarse un cribado para detectar patologías en estadios más precoces. “Y luego hay un tercer tipo de paciente muy grande que es el crónico, que requiere atenciones toda su vida porque su patología así lo requiere”, puntualiza.

Inteligencia artificial. La teleconsulta a través del móvil ayudará a descongestionar las salas de espera y la inteligencia artificial descargará de trabajo rutinario a los radiólogos que podrán dedicar más tiempo a realizar sus exploraciones, resaltó Albillos. “La convergencia tecnológica tiene que hacer que el precio de los equipamientos baje”, agregó.

Ajuste lento. Pese al deseo de los médicos, los costes de la tecnología no siempre se reducen a la velocidad deseada. José Luis García, director de compras de HM Hospitales, afirmó que más bien el ajuste tarda en producirse. “De hecho, la radiología digital lleva ya más de 10 años y los precios han bajado entre un 10% y 20%, cuando el sobrecoste es de un 100%”, estimó.

Costes. García explicó que el coste de la tecnología varía según el tipo de equipo y del nivel de configuración y alcance que se desee implementar, pero las inversiones tardan en recuperarse entre seis y ocho años, aunque esto también depende del uso que se haga de ellos. “Hay equipos que nunca llegan a amortizarse”, aseguró. De lo que sí está seguro es de que pasar de una sala de radiología convencional a otra digital supone pagar “el doble de precio o más”.