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Diferencias entre prototipado, impresión 3D y manufactura aditiva

14 agosto, 2020 | 0 comments |

Una de las metas más claras que tiene la industria 4.0 es la aceleración de los procesos de producción, así como la diversificación de productos con el menor costo posible para satisfacer las demandas de los consumidores de mejor manera. Sin duda, la impresión 3D ha traído ésta y más ventajas al proceso de producción.

En entrevista exclusiva para Cuatro Cero, Carlos Ramírez, gerente regional para México y el Caribe de Stratasys, empresa líder en impresión 3D a nivel mundial, nos dio un recuento de cuáles son las principales diferencias entre algunos conceptos relacionados con esta útil herramienta, así como una breve historia de su evolución.

El prototipado rápido, la impresión 3D y la manufactura aditiva son tres conceptos que, a pesar de ir de la mano, tienen resultados útiles en distintos momentos y de distintas maneras dentro de la cadena de producción. Es recurrente que estos conceptos se confundan fácilmente, pero, según Carlos Ramírez, la diferencia entre el prototipado, la impresión 3D y la manufactura aditiva es, principalmente, cronológica: primero surgió el prototipado, luego la impresión 3D y más recientemente la manufactura aditiva que es el escalafón más alto de evolución de esta tecnología. 

“La impresión 3D comenzó siendo más bien un prototipado rápido que, como su nombre lo dice, permitía principalmente imprimir piezas con la intención de evaluar su forma más que su función. Probar su tamaño, aerodinámica, defectos a corregir, entre otros. Eran algunas de sus principales funciones”, dijo Ramírez. 

Destacó que cuando se comenzó a utilizar el prototipado rápido no existía propiamente un software para el diseño en 3D y los materiales con los que se trabajaba no permitían la producción de piezas de manera duradera. Los prototipos, en general, no resisten el uso cotidiano ni los cambios de temperatura ni la humedad.  

“Con el paso del tiempo la tecnología y los materiales del prototipado rápido evolucionaron, lo que permitió comenzar a realizar prototipos de forma y función. Es aquí cuando se comienza a utilizar el concepto de impresión 3D. No se imprimían objetos de uso final, pero sí se podía probar su función en una línea de producción. No era posible sustituir una pieza metálica de uso intensivo por un producto impreso, pero sí era posible comenzar a hacer un número razonable de pruebas con la pieza impresa dentro de maquinaria”, explicó el directivo de Stratasys.

Ramírez agregó que la evolución del prototipado rápido a la impresión 3D fue posible, principalmente, por la calidad de las resinas utilizadas. La impresión 3D aprovechó este avance y trasladó el mismo proceso que se utiliza para la impresión en papel para la impresión de distintas capas de resina sobre una base. Con este principio, y ya con un software utilizable, fue que la industria tuvo un gran momento de innovación. 

Por último, en años recientes, los softwares de diseño 3D y las impresoras han evolucionado pues ya es posible fabricar piezas de uso final. A este concepto, último en el escalafón, se le conoce como manufactura aditiva. “Lo que la manufactura aditiva representa, hoy en día, es el uso de las piezas impresas en la etapa final del proceso de producción. Dejaron de hacerse impresiones de piezas casi individuales, con una vida muy corta, para dar paso a impresiones en mayor número con una gran durabilidad”, agregó Ramírez.

La manufactura aditiva, explicó el directivo de Stratasys, ya puede fabricar piezas de uso final con. “En la industria aeronáutica, por ejemplo, se pueden imprimir algún piezas para aviones que deben someterse a rigurosas inspecciones y certificaciones”, concluyó el directivo. En suma, la diferencia fundamental entre prototipado, impresión 3D y manufactura aditiva está relacionada con la evolución cronológica de la tecnología de impresión en tres dimensiones y hace referencia a la durabilidad de los objetos que se imprimen.