Desde el comienzo de la revolución industrial, ha habido amenazas de que nuevas máquinas –desde telares mecanizados hasta microchips– usurparían los empleos humanos. En su mayor parte, los humanos han prevalecido.
Trabajos “protegidos”
“Creo que en general hay tres categorías que estarán relativamente protegidas en el futuro previsible”, dice Ford. “La primera serían trabajos que sean genuinamente creativos: no estás haciendo un trabajo convencional o simplemente reorganizando cosas, sino que realmente estás generando nuevas ideas y construyendo algo nuevo”.
Eso no significa necesariamente que todos los trabajos que se consideran “creativos” sean seguros. De hecho, aspectos como el diseño gráfico y los roles relacionados con las artes visuales pueden estar entre los primeros en desaparecer.
Los algoritmos básicos pueden ordenar a un robot que analice millones de imágenes, lo que permite a la IA dominar la estética al instante.
Pero hay cierta seguridad en otros tipos de creatividad, dice Ford: “en la ciencia, la medicina y el derecho… personas cuyo trabajo consiste en idear una nueva estrategia legal o de negocios. Creo que allí va a seguir habiendo un lugar para el ser humano”.
La segunda categoría protegida, continúa, son los trabajos que requieren relaciones interpersonales sofisticadas. Ford se refiere a enfermeras, consultores empresariales y periodistas de investigación.
“En muchos casos, no existe una amenaza inmediata para los puestos de trabajo”, afirma, “pero las tareas cambiarán”. Los trabajos humanos se centrarán más en las habilidades interpersonales, continúa Song McLaughlin.
“Es fácil imaginar que, por ejemplo, la IA detectará cánceres mucho mejor que los humanos. En el futuro, supongo que los médicos utilizarán esa nueva tecnología. Pero no creo que se reemplace todo el papel del médico”.
Aunque un robot puede aparentemente hacer un mejor trabajo a la hora de encontrar el cáncer, afirma, la mayoría de la gente seguirá queriendo que sea un médico (una persona real) quien les informe sobre ello.
Esto es cierto para casi todos los trabajos, añade, por lo que desarrollar esas habilidades específicamente humanas podría ayudar a las personas a aprender a hacer su trabajo junto con la IA.
“Creo que es inteligente pensar realmente: ‘¿qué tipo de tareas dentro de mi trabajo serán reemplazadas o serán mejor realizadas por computadora o IA? ¿Y cuál es mi habilidad complementaria?’”.
Song McLaughlin pone como ejemplo a los cajeros de banco, que alguna vez tuvieron que ser contadores de dinero muy precisos. Ahora esa tarea se ha automatizado, pero todavía hay un lugar para el cajero.
“La tarea de contar dinero quedó obsoleta debido a una máquina”, afirma. “Pero ahora, los cajeros están más centrados en conectarse con los clientes y presentar nuevos productos. La habilidad social se ha vuelto más importante”.