Microsoft está empeñado en que todos los usuarios de sus sistema operativo, Windows, mantengan sus dispositivos actualizados a la última versión. Por mucho que no les guste, parece que en poco tiempo la compañía les obligará a actualizar a Windows 10. 

La compañía de tecnología ha comenzado a avisar a aquellos usuarios que todavía ejecutan versiones anteriores de Windows 10 pidiendo que actualicen a la última versión de este software. Windows asegura que de esta manera se mantienen los dispositivos más seguros. 

Según la información aportada por la web Bleeping Computer, el aviso a aparecido en los ordenadores que todavía ejecutan la versión 1803, es decir la actualización que se lanzó en abril de 2018. 

En el mensaje se indica que esta versión está llegando al final del soporte. “Le recomendamos que actualice a la versión más reciente de Windows 10 ahora para obtener las últimas funciones y mejoras de seguridad”. 

Sin embargo, no todos los usuarios podrían estar conformes con esta imposición. Tener una nueva actualización siempre es positivo si supone una mejora del servicio y la seguridad del dispositivo, pero la última versión de Windows 10 ha protagonizado suficientes problemas como para que muchos usuarios hayan decidido no instalarla.

El soporte para la versión 1803 de Windows 10 finaliza el día 12 de noviembre y llegado ese momento aquellos que no hayan actualizado a la última versión se quedarán sin la opción de recibir nuevas actualizaciones de seguridad y con nuevas características. 

Aún así, no serán muchos los que lleguen a esta situación ya que Microsoft ha decidido que todos aquellos dispositivos que estén llegando a los últimos meses del periodo de soporte, “Windows Update comenzará a iniciar automáticamente una actualización de características. Esto mantiene esos dispositivos compatibles y recibe las actualizaciones mensuales que son críticas para la seguridad del dispositivo y la salud del ecosistem