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Nueva normalidad: sin novedad para quienes no pueden conectarse a la tecnología

26 mayo, 2020 | 0 comments |

Mientras que 65.5% de los hogares localizados en asentamientos urbanos está conectado a internet, solamente 23.4% tiene esta conexión en regiones o zonas rurales.

El aislamiento y la dinámica de trabajar o estudiar en casa ante el confinamiento, ha implicado una drástica transformación de la cotidianidad en nuestro país. Las personas con la posibilidad de resguardarse en su hogar han tenido que modificar rutinas para cumplir con sus compromisos laborales, educativos y familiares que aterrizan en lo digital.

En este escenario, en donde por un lado escuchamos y vemos los anuncios de las compañías tecnológicas ofreciendo servicios, productos, aplicaciones y demás herramientas para mantenernos “conectados digitalmente”, por oro lado vemos a quienes siquiera conocen o han tenido en sus manos, un dispositivo tecnológico.

En una crisis sanitaria como esta, la brecha digital constituye una caja amplificadora de la desigualdad social que hay en México.

Algunos datos que comparte el Visor Ciudadano del Instituto Belisario Domínguez, basados en los indicadores de la ENDUTIH 2019, señalan que 7 de cada 10 personas de seis años o más es usuaria de Internet en nuestro país. De esta población, 86.6% se conecta diariamente, mientras que prácticamente 8 de cada 10 personas de seis años o más es usuaria de Internet en asentamientos urbanos. Esta proporción disminuye a cinco personas entre la población rural.

Cifras ante la brecha digital en México

Esta brecha es más notable cuando la unidad de análisis es el hogar: mientras que 65.5% de los hogares localizados en asentamientos urbanos está conectado a Internet, solamente 23.4% tiene esta conexión en los asentamientos rurales.

45% de la población mexicana que se encuentra en el estrato económico “bajo” es usuaria de Internet. Este porcentaje contrasta con el de la población que se encuentra en el estrato socioeconómico “alto”, ya que 92% de este sector es usuario de Internet. 

En ese sentido, los hogares de estrato socioeconómico “bajo” que tienen computadora, pero carecen de conexión a Internet mencionan que no pueden adquirir el servicio por falta de recursos económicos (60.2% de quienes se encuentran en esta situación) y porque no hay servicio en su localidad (26.1%). 

En contraste, la principal razón esgrimida por el estrato socioeconómico “alto” fue la falta de interés o por considerar que no lo necesitan en su hogar (35.2%). Otra brecha digital relevante radica en los grupos etarios: el que menos utiliza Internet es la población que tiene 55 o más años con 34.7%, lejos del penúltimo lugar que ocupa la población que tiene entre 6 y 11 años (59.7%).

Conectar a todos como prioridad de gobierno, sociedad y empresas

Hace unos días la secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín en un foro organizado por la Asociación de Internet MX, señaló que el momento crítico por el que atraviesa la economía en México ha sido acompañado de diversos apoyos que también aterrizan en lo digital. Sin embargo también aseguró que todavía existen oportunidades para que las herramientas tecnológicas estén al alcance de todos.

“En el aislamiento las herramientas digitales han sido un medio efectivo para darle fluidez a los negocios y a las interacciones económicas, no obstante esas herramientas no han estado al alcance de todos y es ahí en donde está el área de oportunidad”, dijo.

Sin duda la elaboración de estrategias de digitalización o agendas que incluyan mejores y mayores oportunidades para los diversos sectores de la sociedad no solo depende de las autoridades o de gobierno, sino de empresas, proveedores y sociedad.

Al menos para algunos analistas, todavía hay dificultades y barreras las cuales se tienen que vencer en este tema.

“Hace una década se construyó un esfuerzo que ha continuado hasta la fecha, de contar en el país con una Agenda o Estrategia Digital en busca del acceso y beneficio del cúmulo de aplicaciones de productividad, comunicación, educación y entretenimiento, pero para todos los mexicanos. Posteriormente se convirtió en consigna constitucional, el derecho universal a la conectividad. Sin embargo, todos estos objetivos no han sido alcanzados aún”, señala Ernesto Piedras, de la casa de análisis The CIU.

Hace unos días Ricardo Zermeño, presidente y fundador de la compañía de análisis Select, platicó con Forbes México sobre cómo la pandemia podría ser una oportunidad para que se acorte o en su caso se extienda la brecha digital.

“Donde hay una brecha tecnológica existen restricciones económicas. La pandemia desgraciadamente no las mejora. No dudo que haya habido hogares que hayan contratado banda ancha o más velocidad, pero afirmar que la brecha tecnológica disminuye en hogares o zonas que antes no contaban de manera general, no lo haría”, señaló.

Es así como aparte de un tema socioeconómico, también estar desconectado puede generar sentimientos de aislamiento, ineptitud o soledad, como lo sostiene el informe The Great Digital Divide. Why bringing the digitally excluded online should be a global priority (La enorme brecha digital. ¿Por qué poner online a los excluidos debería ser una prioridad global?) del Capgemini Research Institute, donde resalta que 46% de las personas que no están conectados se sentirían más conectados con amigos y familiares si tuvieran acceso a internet.

“Ante todo esto, la importancia de continuar y acelerar los esfuerzos para cumplir con el mandato constitucional y hacer disponible la conectividad entre la población mexicana. Todo para poder transcurrir estos tiempos de crisis, así como en aquellos normales en los que aspiramos a una verdadera educación del siglo XXI”, detalló Piedras.

Como en todos estos procesos, se requieren los esfuerzos coordinados de la industria, gobierno, academia y sociedad en su conjunto. Todos necesitamos plena accesibilidad y asequibilidad de la conectividad, pero hoy más que siempre, en tiempos del coronavirus.