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Tecnología: la otra cara de la industria

16 diciembre, 2019 | 1 comments |

Darío Andrinolo, de la UNLP, y Román Petreniuk, CEO de Bellavita Cultivos, detallaron proyectos de investigación sobre cannabis medicinal en los cuales el aporte de equipamiento juega un rol clave.

Tecnología: la otra cara de la industria

Darío Andrinolo es investigador independiente del CONICET y vicedirector del Instituto Centro de Investigaciones Medioambientales del CCT La Plata. También es docente del área de Toxicología de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP. El director del Proyecto de Cannabis y Salud y vicedirector de Centros de Investigaciones en Medio Ambiente de la UNLP diálogo con Ámbito Hemp y explicó cuáles son sus expectativas en relación a las nuevas políticas gubernamentales en materia de producción de cannabis medicinal. “Estamos muy atentos, en cuanto a lo que este gobierno pueda hacer y proponer. Argentina tiene un sistema científico y tecnológico muy desarrollado y poniéndole suficiente financiamiento y una línea correcta, rápidamente podrá convertirse en uno de los países más importantes la industria del cannabis medicinal a nivel internacional. Lo destacable acá es que el gobierno financie no sólo este tema científico, sino todos. Pero particularmente en el tema de cannabis, se habilite la compra de estándares, se agilicen los permisos para investigaciones, que el CONICET recupere la autarquía que perdió cuando la reglamentación de la ley y la forma en que se articuló la misma que hizo que todo tenga que pasar por el Ministerio de Salud, incluso investigaciones con plantas o investigaciones de ciencias básicas. Me parece que el CONICET tiene que retomar esa autarquía y capacidad de definir qué es lo que puede investigar y hacerlo. Estamos esperanzados en que el cultivo que tenemos pueda crecer y abastecer a otras líneas de investigación en temas de inmunología, cáncer, desarrollo y temas específicos de la planta también”.

En relación al cierre que puede hacer de este primer ciclo, Andrinolo comentó: “Estos últimos años, a partir de la ley 27.350, todo el desarrollo de proyectos de investigación o acompañamiento del CONICET a municipios o provincias siempre estuvo muy trabado, nunca tuvo un visto bueno, y las comisiones que se armaron desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología, como la Red de Cannabis Medicinal, no lograron romper esta inercia que complica el tema del cannabis y su operatividad”.

“Por otro lado, se le dio rienda suelta a proyectos de índole comercial, como el de Jujuy. Hace una semana se formó la Red de Cannabis Medicinal dentro del CONICET, ahí se destrabaron diversas situaciones donde los investigadores pudimos plantear al organismo las necesidades nuestras, como la habilitación de importación de semillas y material vegetal, y otras cosas como los convenios y las formas para acompañar cultivos municipales. Nos salió el convenio con la Municipalidad de Lamadrid, estamos trabajando con el municipio de San Vicente, y otros grupos que trabajan en cannabis en Rosario, en Neuquén, en Olavarría, todos en situaciones similares.

Prontamente se dará comienzo al estudio clínico en el Hospital El Cruce, y este sería uno de los grandes avances que vamos a tener. En el marco de la expansión comercial de Bellavita Cultivos , la empresa se encuentra en tratativas con la Universidad Nacional de La Plata y el CONICET para asistir con equipamiento tecnológico a los diferentes proyectos de investigación sobre cannabis medicinal que planifican dichas instituciones.

Estas entidades son pioneras dentro del ámbito académico ya que son las primeras en tener un cultivo de cannabis medicinal en un marco universitario, mediante el cual podrán realizar determinaciones sobre los cannabinoides de los aceites, y, de esta forma, establecer la bases necesarias para llevar adelante la investigación científica de Argentina.

Bellavita Cultivos, a su vez, busca sumarse para colaborar con la profesionalización de la industria del cannabis en el país, a través de la contribución de tecnología en el área de producción controlada e intensiva del cannabis medicinal.

En la primera etapa del proyecto de investigación, Bellavita Cultivos entregó a UNLP-CONICET seis artefactos de iluminación led para horticultura de alto rendimiento, los cuales pueden ser usados tanto para la investigación, como para producciones medicinales o industriales. En este caso, la luminaria es para la zona de floración y en enero y/o febrero 2020, entregarán una segunda tanda de artefactos, pero esta vez para el crecimiento de las plantas y para la zona de propagación de esquejes”.

“Empezamos con un cultivo muy simple dentro de una carpa, después lo escalamos a una habitación con mercurio y sodio, y ahora estamos dando otro paso más con la llegada de estas luces led de Bellavita”, señaló Andrinolo.

Por otro lado, Román Petreniuk, CEO de Bellavita Cultivos, explicó: “Estos equipos poseen led especialmente diseñados para el cultivo controlado en indoor, junto con un artefacto de alta calidad y resistente a la humedad. Hemos desarrollado una combinación de espectro lumínico y potencia ideal para lo que es el cultivo indoor de plantas medicinales”.

En la Universidad Nacional de La Plata, con este primer cultivo, trabajan para solucionar algunos de los temas más relevantes que tiene el cannabis medicinal y su industria en Argentina, tales como desarrollar métodos y estudios que permitan caracterizar plantas, y conocer de qué tipo son, que quimiotipo y terpenos tienen y, finalmente, poder realizar un control de calidad a todas las producciones, tanto propias como ajenas: “Entre Navidad y Año Nuevo vamos a instalar en este instituto una HPLC MASA, y un GC MASA, que va a ser la base central del control de calidad del cannabis”, detalla Andrinolo.

“Hay que saber en qué condiciones se van a cultivar las cepas, por lo que los estudios sobre cultivo controlado, como el que se desarrolla con los equipos cedidos por Bellavita Cultivos, son muy importantes. Vamos a utilizar una misma cepa que tenemos en el laboratorio y controlar su crecimiento con las luces normales que se utilizan en el cultivo doméstico y también con las luces led especiales, que son los sistemas que maneja Bellavita, para ver si las plantas producen más cannabinoides, mejores terpenos, o la diferencia que existe en la rapidez de crecimiento”, agrega el director del proyecto, mientras grafica el proceso de uno de los pasos de la investigación y explica la relevancia de la luminaria en dicha actividad.

A su vez, Andrinolo también se refirió a los frutos tempranos que pudieron atisbar en el proceso: “Tenemos algunos resultados observacionales que estuvimos publicando; uno salió premiado en la Expo Cannabis, y también los llevamos al Congreso de Cannabis Medicinal en Berlín en noviembre de este año, por lo tanto ya estamos empezando con lo que son los primeros papers de trabajos publicados”.

“La propuesta de trabajo incluye el primer cultivo argentino de cannabis, donde desarrollamos cepas argentinas terapéuticas, que son tres cepas locales, que se manejan entre las organizaciones que están ayudando a pacientes con cultivos solidarios en la región de La Plata y Capital, y trabajamos con estudios clínicos en perros con epilepsia refractaria con la Dra. Landoni, de la UNLP, miembro de Conicet también y acompañando el control de calidad de lo que usan los pacientes vinculados con una fundación y con el hospital Rofo. Trabajamos en un desarrollo de cultivo con una cepa llamada Quinto Elemento, donde ponemos gran parte del esfuerzo, así como métodos de control de calidad de cultivo solidario, autocultivo cuando sea necesario y microcultivos. Esperamos en febrero o marzo inaugurar un centro de control de calidad que abarque el tema de cannabinoides, terpenos, flavonoides, metales pesados, pesticidas, contaminación con solventes, microbiológicas, a fin de que el país cuente con un lugar que hoy no tiene para hacerle incluso los controles a fitoterapéuticos y productos que estamos importando”.

Por último, Andrinoli detalló que el grupo de investigación “está integrado por la Dra. Daniela Sedan, Investigadora adjunta de Conicet, y trabajamos en formación de recursos humanos con un equipo de 20 personas entre el proyecto de extensión y el proyecto de investigación, con gente que está haciendo tesis, tesinas, prácticas profesionales y ahora en febrero 2020 empezamos con una tesis doctoral sobre efectos de cannabis en la injuria hepática”